El tiempo pasa y pregunta
cada tanto por tus ojos,
por tu risa, o los despojos
de tu partida presunta.
Presunta porque no estás,
pero tampoco te has ido,
presunta porque te has ido
y no me dejaste jamás.
Quizás yo tema olvidarme,
que fui feliz a tu lado,
tantas cosas han pasado
que hasta me duele acordarme.
Si saliste de esta vida,
hazme un favor, te lo pido,
entra pronto en el olvido,
pues tu presencia lapida.
Quisiera que en mi memoria
seas parte del pasado,
pues contigo he disfrutado
buena parte de mi historia.
Mas no es justo que suceda
cuando al tiempo se le antoja
el alma se me acongoja
por recordar lo que queda
Esa imagen de la muerte,
que me hace mierda la vida,
porque lloré tu partida,
mas también lloro mi suerte.
Muchos años ya han pasado,
ya es tiempo de recordarte,
yo ya no quiero esperarte,
como que fuiste al mercado.
Buscar este blog
lunes, 24 de enero de 2011
Permíteme olvidarte
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Llorar la partida, es algo terriblemente doloroso;y de alguna forma como dices "lloro mi suerte", porque en el alma de se quedan las cicatrices, saludos
ResponderEliminarSuele suceder que aunque uno se empeñe en olvidar, algunos recuerdos hechan raices en lo profundo del alma....
ResponderEliminarGracias por visitarme, amiga
No es malo recordar. Malo es que esos recuerdos nos hagan daño. Los recuerdos son solo eso recuerdos. Gracias Julio. Dios te de la paz que tu alma necesita.
ResponderEliminarEse comentario es mio (Blanca).
ResponderEliminar