Te propongo

Te propongo

Te propongo que salgamos
a volar por las cornisas,
dibujémosle sonrisas
a esta vida que llevamos.

Pintémosle corazones,
aunque sean de mentira,
pues la misma se retira
sin tiempo para ilusiones.

Compartamos la aventura
con la luna y las estrellas,
que hasta parecen más bellas,
si espantamos la amargura.

Juguemos a que en un valle,
alumbrados por la luna,
a orillas de una laguna,
yo me ciño de tu talle.

Para hacernos el amor
como dos adolescentes,
volviéndonos insolentes,
con la edad y el sin sabor.

Juguemos, total no hay prisa,
dibujemos fantasías,
vivamos mil poesías,
disfrutando de ésta brisa.

Avisos clasificados

Experto en aburrimiento
empecinado en lamentos,
harto ya de sufrimientos,
busca urgente un sentimiento.

Careciendo de voluntad,
para levantar el vuelo,
necesita con desvelo
vacuna contra la ansiedad.

Con los pies sobre la tierra
vive encerrado en sus penas
la sangre corre en sus venas
mas con la vida está en guerra

Con su mente vuela lejos
pintando mil fantasías
crea sus alegorías
hasta que ve los espejos.

Entonces vuelve a ser viejo
quiere salir a las calles,
caminar por esos valles
mas se queda ante el espejo

Necesita urgentemente
alguien que tome su mano
si demoran será en vano
pues solo espera su muerte

Comunión

Despeinados tus cabellos reposan sobre mi almohada,
y sin que me digas nada en tus ojos dos destellos,
me dicen que fueron bellos los momentos que pasamos,
ésta noche nos amamos como nunca, dulce amada.

Sentí tu alma entregada a cada caricia mía,
sentí como florecía tu piel con mi piel mojada,
sentí tu flor empapada, con la sabia del deseo
y he sentido que poseo tu ser, tu amor, tu armonía.

Tu boca hurgó por las sendas mas ocultas de este cielo,
mi boca fue tras el velo donde bebí tus ofrendas,
fui arrancándote las vendas que traías del pasado,
disfrutaste y he gozado, como corceles en celo.

Aún jadeante en el nido, tú conservas los rubores,
la humedad y los sabores de los instantes vividos,
escucho aún tus latidos, te aprietas contra mi pecho,
disfrutando con el hecho, de amar así, sin temores.

Entre el fuego y la pasión

Las estrellas de la noche hablan de amor y lujuria
De la amarga y vil injuria, del amante y del fantoche,
De vivir solo una noche, de pasión y de locura
Sin reparar que la cura, es la pasión sin su furia.

Con cuatro paredes locas, se hace una noche distinta,
Sin derrochar de la tinta, más que el color de su boca,
Esa que siempre provoca, ese placer diferente,
Que ruboriza a la gente, por el pincel que se pinta.

Una noche de locura, sin promesas, sin te quiero
Una noche sin un pero, con pasión y con ternura
Puede ser hasta la cura, del desamor y la abulia,
Puede ser que la lujuria, pinte a ese amor, pasajero.

El tiempo da las respuestas, después del fuego, ceniza,
La piel tan solo precisa, de ese calor al que apuesta,
Mas, si surgiera propuesta y el corazón interfiere,
Podría ser que surgiere ese amor que hoy agoniza.

Tal vez por el solo hecho, de descargar energía,
Uno se pierde en la orgía de disfrutar en el lecho,
Sin percibir que en el pecho, el corazón se desboca
Y exige lo que le toca, desde que el fuego surgía

Imaginándote

Si me hubiese detenido a mirarme en tu mirada,
y sin pensar en mas nada, mi amor te hubiese vertido,
si yo no hubiese temido a que te enojes conmigo,
tal vez no fuera tu amigo, serías, mi enamorada.

Si yo me hubiese animado, a tomarte de las manos
sin esos temores vanos de adolescente asustado,
quizás hubiera logrado una vida diferente,
sin éste dolor presente, entre vacíos mundanos.

La vida no se compone de los “pudiera haber sido”
el camino recorrido, está hecho, se supone,
el tiempo no se repone, por mas que des marcha atrás
tan solo caminarás, tu senda en otro sentido.

Mas me permito soñar, con otra cara del dado,
Porque si miro mi lado, volvería hoy a llorar,
prefiero en cambio ignorar, las oscuras realidades
fantaseando con verdades, que pudiera haber soñado.

Tu reposas

Luego de haber navegado, entre suspiros y abrazos
estás dormida en mis brazos y yo me siento colmado,
tanto te había deseado y hoy estás aquí en mi lecho,
acurrucada en mi pecho, negándome tus ojazos.

Acaricio tus cabellos, repasando lo vivido,
un suspiro adormecido, eco de tantos destellos
y los caminos tan bellos, que recorrimos unidos,
ardiendo, casi fundidos, por el fuego ya extinguido.

Bebí en tu copa de fuego del licor que me ofrecías,
embriagándome decías, hazme feliz, te lo ruego,
no supe, sino hasta luego, que tu placer era el mío,
pues en el mismo navío, navegamos fantasías.

Como loco endemoniado sobre tu piel dibujaba,
paisajes de fuego y lava, bebiendo del mar deseado,
preso de ti, maniatado, disfruté cada minuto,
sintiéndome diminuto, cuando tu sed arreciaba.

Siento aún aquí en mi boca, de tus secretos, sabores,
siento tu aroma de flores, mezclado con sal de roca,
siento tu piel que me toca y ya quiero despertarte,
para sin prisas amarte, disfrutando tus albores.

Sensaciones

Venía juntando sueños a lo largo del camino, con buena o mala fortuna fui caminando mi vida, algunas flores del campo perfumaron mi existencia, mientras ríos y cañadas le dieron música a mis sueños.
Alguna espina que otra se incrustó bajo mis pies, alguna herida dibujó cicatrices en mi piel, pero mi vida seguía fabricando mis recuerdos, que fui cargando en mi bolsa para llevarlos conmigo.
En un recodo del tiempo, la vida me dio un zarpazo, que arrancó parte de mí y parte de aquellos sueños, gracias a algunos frutos que traía en mi mochila, frutos que cosechara a lo largo del sendero, fue que salvé mi vida e intenté seguir andando.
Pero el camino se angostaba y se hacía cuesta arriba, cada día el caminar se me hacía mas pesado, hasta que un día el destino abrió delante de mí, un abismo tan profundo como mis sueños perdidos.
Volver atrás es imposible, solo quedaba rodear, mas los escombros del tiempo apilados a ambos lados, me obligaron a quedarme, varado en éste lugar.
El hastío fue minando la energía que traía, eché mano a mis recuerdos para no morir de frío, una vez tuve la idea de dar un paso hacia el frente y caer en ese abismo que se encontraba ante mí.
Tal vez fue mi cobardía o alguna esperanza dormida, pero jamás di ese paso para acabar con mi vida y hoy me encuentro recostado, recordando mi pasado, sin fabricar ya mas sueños, varado en éste lugar.