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domingo, 3 de abril de 2011

Sensaciones


Venía juntando sueños a lo largo del camino, con buena o mala fortuna fui caminando mi vida, algunas flores del campo perfumaron mi existencia, mientras ríos y cañadas le dieron música a mis sueños.
Alguna espina que otra se incrustó bajo mis pies, alguna herida dibujó cicatrices en mi piel, pero mi vida seguía fabricando mis recuerdos, que fui cargando en mi bolsa para llevarlos conmigo.
En un recodo del tiempo, la vida me dio un zarpazo, que arrancó parte de mí y parte de aquellos sueños, gracias a algunos frutos que traía en mi mochila, frutos que cosechara a lo largo del sendero, fue que salvé mi vida e intenté seguir andando.
Pero el camino se angostaba y se hacía cuesta arriba, cada día el caminar se me hacía mas pesado, hasta que un día el destino abrió delante de mí, un abismo tan profundo como mis sueños perdidos.
Volver atrás es imposible, solo quedaba rodear, mas los escombros del tiempo apilados a ambos lados, me obligaron a quedarme, varado en éste lugar.
El hastío fue minando la energía que traía, eché mano a mis recuerdos para no morir de frío, una vez tuve la idea de dar un paso hacia el frente y caer en ese abismo que se encontraba ante mí.
Tal vez fue mi cobardía o alguna esperanza dormida, pero jamás di ese paso para acabar con mi vida y hoy me encuentro recostado, recordando mi pasado, sin fabricar ya mas sueños, varado en éste lugar.

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