Volar

Volar

Un poeta cuando escribe, intenta apartarse del mundo, lanza a volar sus sueños y hasta se siente feliz.
Pero el hombre no está hecho para volar, sus alas son frágiles como sus sueños y los golpes con la realidad, lastiman, hieren, hacen que uno lo piense de nuevo y si lo hace, su vuelo no es convincente, vuela con miedo y lo único que logra es preguntarse si vale la pena seguirlo intentándolo….
Yo una vez tuve un pájaro enjaulado, parecía feliz, yo le brindaba cariño, seguridad, le daba agua comida y el a cambio me alegraba con sus trinos.
Un día, sin querer, dejé la jaula abierta y el se me fue, salió a volar, supongo que se sintió libre como todos los de su especie y se fue.
Yo dejé la jaula abierta pensando que volvería, no tenía muchas esperanzas, pero volvió y se metió solito en su jaula.
Me alegré, le hablé, me sentía feliz, luego me puse a pensar, me hubiese gustado que él volviera por mi, pero la realidad me contestó, que el pobre había vivido muchos años enjaulado y triste vivía, trinaba, y hasta podría decirse que sonreía, pero no era feliz, salió a su libertad y comprendió que no sabia vivir en libertad, volvió porque no supo, no pudo vivir libre.
Al poco tiempo murió, hay veces que uno debe optar por dejar sus sueños de lado y vivir la realidad que nos presenta la vida, dejando morir ese gorrión que uno tiene en el pecho…la otra opción es la muerte y uno le teme a ello, uno está hecho para escaparse de la misma y evitarla….