Un hombre

El hombre no cree en Dios, no tiene creencias religiosas de ningún tipo, solo cree que la vida es ésta y debe vivirla, según le toque, como que está ocupando un lugar preestablecido vaya a saber con que fin.
Un día, arto de vivir lo que le toca, intenta quitarse la vida, no tiene armas en la casa, pero encuentra una bala en el galpón de las herramientas y decide que bastaría para eliminarse.
La pone en una morsa, apoya su pecho contra ella y con un martillo, golpea en la parte de atrás, era una bala calibre38, capaz de matar un caballo, sin embargo, aparte de quedar sordo por la explosión, solo logra un agujero en su camisa y una quemadura en su pecho por la explosión, aparte de un dolor muy fuerte en su pecho, pero la bala ni siquiera atravesó su piel.
Decide entonces otra manera de lograrlo, se sirve un vaso de whisky, se toma unas cuantas pastillas para dormirse, abre la llave del gas de su cocina y enciende una media vela, sobre una tapa de plástico, suponiendo que al consumirse la vela, ésta encendería el plástico y entre los materiales inflamables que tenía a su alrededor, mas el gas que fluía de la cocina, el fin llegaría pronto, solo rogaba dormirse antes de que todo esto sucediera.
Pero esto no sucedió, la vela se apagó al consumirse y solo logró que su mujer al llegar, llamara a una emergencia y lo trataran por loco, recetándole más pastillas para su aparente chifladura.
El hombre no se siente creyente ni cosa por el estilo, pero se pregunta ¿Por qué la bala rebotó? Y bueno, la bala era vieja, la pólvora vencida, ¿Quién sabe? ¿Por qué al consumirse la vela no tomó fuego la base de plástico? Él había rociado un líquido inflamable sobre el sillón donde se acostó a esperar la muerte, éste le hizo unas quemaduras en su piel por el simple contacto.
¿Quién o que es responsable de que él aún está con vida? ¿Será que uno ya tiene escrito en alguna parte el destino? Si esto es así, se dice el hombre, de nada vale luchar, de nada vale intentar hacer cosas, lograr cosas, pues si todo está escrito o preestablecido, no tiene sentido caminar, solo basta con sentarse a un lado del camino y esperar…