La noche se torna oscura cuando la luna se esconde,
la mente humana responde por un temor que la apura,
con gotitas de locura por los miedos ancestrales,
que guardamos a raudales, vaya a saber uno donde.
Aunque todos ya sabemos que mas tarde aparecerá,
nuestra piel se erizará por mas que solos no estemos.
la vida que conocemos del miedo no nos protege,
porque por dentro se teje y siempre florecerá.
Sabemos que un gran amor, resistirá una tormenta,
pero ¿Quién no se lamenta cuando llega el desamor?
Todos sentimos temor de no volver nunca a amar,
mas como el agua del mar, se retira y viene de vuelta.
El sol se oculta en el río y la tierra se oscurece,
pero mas tarde amanece y se disipa ese frío,
el día vuelve con brío, para brindarnos calor,
sucede con el amor, uno se va y otro aparece.
Hay que saber soportar, lo que nos brinda el destino
no se termina el camino, es un alto en el andar,
quizás debamos llorar, para limpiar esa herida
y continuar con la vida, tal vez por otro camino.
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